El fin de los paraísos fiscales es más posible de lo que creemos

El fin de los paraísos fiscales tiene su respuesta en el sistema tributario del medievo

El fin de los paraísos fiscales. Sí, has leído bien. Es más sencillo de lo que podrías pensar. De hecho, en el sistema tributario que se usaba en la Edad Media hubiese sido imposible la existencia de estos limbos legales. Limbos consentidos POR TODOS los estados, estados que presumen de sociales, democráticos y solidarios… y es precisamente su permisividad la que produce pobreza a la gran mayoría de personas, enriqueciendo al mismo tiempo a unas cuantas, que son curiosamente las que deciden quién y cómo se gobierna.

¿Y qué hacían de especial en la Edad Media? Pues algo que te va a sorprender por su obviedad: el tributo se satisface en el lugar físico de la transacción... ¿Y ya está? ¿Ésta es la «fórmula mágica»? En fin, ¿para qué seguir leyendo?… Pues si sigues leyendo llegarás a la misma conclusión a la que hemos llegado en RastroSolidario.

Hay que cortarle las alas al dinero

La base de funcionamiento de los paraisos fiscales es que se tributa en el país donde tiene el domicilio fiscal la empresa comercializadora, de aquí a que las empresas radiquen sus domicilios fiscales en paises donde se relajan más los tipos impositivos, pues solo hay un paso.

Bien, ahora vamos a imaginar un mundo en el que la base imponible se calcule por las ventas realizadas en el punto físico, ¿qué más da donde tenga el domicilio fiscal la empresa comercializadora?, en cada punto de venta tendrán un beneficio diferente (ingresos-gastos) y tributarán de forma LOCAL (que para eso vendes de forma local).

Si, si, «muy sencillo» todo… ¿y qué pasa con el comercio por internet? Pues tampoco es tan complicado: ¿el e-commerce se paga en efectivo?… NO, se paga con medios electrónicos (PayPal, VISA, transferencias…), seguro que hay formas de fiscalizar estas ventas.

¡No querrás que lo solucione todo en una entrada del blog, solo somos una ONG!